No es como los otros sumos sacerdotes, que diariamente tienen que ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo. Jesús hizo esto una sola vez y para siempre, cuando se ofreció a sí mismo. Hebreos 7.27, Reina-Valera Contemporánea Se da por hecho que la sangre de machos cabríos y de…
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