SABIDURÍA Y VIDA COTIDIANA: LECTURA URGENTE DE PROVERBIOS 31
Trasfondo bíblico
En una reunión eclesiástica de estudio de Proverbios 31.10-31, un participante (hombre) expresó como conclusión personal: “En realidad, yo veo aquí a una mujer sobreexplotada”. Precisamente, la posibilidad de releer este texto desde una perspectiva diferente produce interpretaciones y visualizaciones impensables en otros momentos de la vida comunitaria, porque al análisis relacionado con la economía, los lectores/as asocian inmediatamente lo vivido. Es muy frecuente escuchar que ellos/as conocen a muchas mujeres como la descrita por el pasaje, en su familia, en la iglesia y en la comunidad en general. Porque acaso el elemento extra que aporta el texto a la lectura de la vida cotidiana sea que el motor de la persona descrita allí es la fe en el Dios de la alianza, a diferencia, quizá, de otras motivaciones que empujan a las mujeres a actuar como lo hacen, con la enorme responsabilidad que ponen a funcionar. El discurso constante de crítica del comportamiento masculino, sobre todo, porque éste muestra una evidente irresponsabilidad basada en la permisividad para los hombres en la cultura hebrea antigua. Ello se manifiesta en la persistente exhibición de la insensatez con que actúan los varones, especialmente en el terreno de la sexualidad (de ahí la insistencia, por ejemplo, en el cap. 5, de no caer “en los brazos de la mujer extraña”, sino de ser fieles a la esposa de la juventud), y contrasta con el género femenino de la sabiduría.
Sofía, maestra de la vida humana
Ella, Sofía, es la mejor conductora o maestra de la vida humana.
Proverbios 8.22-31 es el punto más alto de la primera unidad del libro de los Proverbios (1-9) y está relacionado con la mujer sabia (31.1-9) y fuerte (31.10-31) del último capítulo, formando una moldura para todo el libro. El contexto de estos textos tiene que ver con el fortalecimiento de la posición social y religiosa de la casa, de la familia y de la mujer en el periodo postexílico. […] El símbolo de la sabiduría personificada, en este texto, recoge expresiones imaginarias de las más diversas situaciones y funciones de las mujeres en la historia de Israel. […] Según Martin A. Klopfenstein, “este símbolo fue capaz de ampliar de alguna manera la imagen de Dios en la religión yavista durante el exilio y en el postexilio, marcada por una comprensión patriarcal muy estrecha. Este símbolo amplifica las dimensiones femeninas, abriendo la posibilidad de una participación más abierta en la fe yavista, incluyendo principalmente a las mujeres”. (Mercedes Lopes)
Una sana lectura cristológica de Proverbios 8 es capaz de crear, en el lenguaje de Schüssler Fiorenza, “un discipulado de iguales” alrededor de la sabiduría divina, su extensión femenina cuyo fin es contribuir a crear seres humanos conscientes, responsables y dignos dentro de una comunidad en la que se desarrollan los valores humanos a plenitud. Por ello, muchas mujeres reaccionan a este texto proponiendo la necesidad de escribir su complemento, algo así como el retrato de “un hombre virtuoso”, una especie bastante rara, pero del cual seguramente también hablan las Escrituras. Y es justamente esta posibilidad, la de contrastar la actitud sabia y la insensata predominante entre los varones, según Proverbios 1-29, la que predomina en todo el libro, como una crítica a la dominación masculina, basada ésta en una vivencia muchas veces irresponsable de la existencia, pues, como comenta la biblista colombiana Carmiña Navia:
Este canto, aparece en continuidad con los consejos de una madre a su hijo. No hay nada en el texto que indique que la emisora del mensaje haya cambiado, se trata entonces de la visión de una mujer sobre su congénere ideal. Es necesario insistir, una vez más, que somos las mujeres las más capaces de vernos/descubrirnos y valorarnos a nosotras mismas. Se trata de una mujer que se registra como valiosa… por ello se compara con las piedras preciosas, por ello mismo se resalta el valor o la suerte de encontrarla. Su valor se define, no se pone en duda.
La mujer virtuosa y el ejercicio conflictivo de una vida digna
Partir de una plataforma cultural, ideológica y religiosa de este tipo permite poner a dialogar un texto como Proverbios 31.1-10 (clásicamente conocido como el de “la mujer virtuosa”), tan famoso, pero tan escasamente aplicado a las realidades cotidianas de las personas en clave crítica y propositiva, y cuya interpretación tradicional y fuertemente conservadora sigue promoviendo, lamentablemente, el estereotipo de la mujer. El muestrario de urgencias de la vida diaria de este pasaje prácticamente no deja espacios vacíos para la labor femenina. La imagen masculina, sin ser decorativa, acompaña silenciosamente los frutos del trabajo de la mujer, dando por sentado que ella los “entregará” para beneficio de toda la familia o la comunidad. La autoridad con que se expresa la voz y la presencia femenina en Proverbios 30 y 31 es una demostración de la capacidad manifiesta de las mujeres para afrontar dichas urgencias y, para decirlo en lenguaje actual, es una forma del necesario empoderamiento (empowerment) o reivindicación requeridos para influir en el destino de las personas.
Leer el libro de los Proverbios, desde esta óptica, es transitar por un camino sembrado por la tradición, pero cuyos frutos pueden ser aplicados con una clave actual a nuevas y exigentes circunstancias de igualdad, compromiso humano y responsabilidad social, familiar y espiritual. Las claves de interpretación para apropiarse de su mensaje fresco son variadas y enriquecedoras en la medida en que asuman que la sabiduría bien asimilada es un vehículo privilegiado de la revelación divina que pone en juego múltiples posibilidades de existencia humana en el mundo.
Los v.13 al 19, nos dan una imagen de mujer recursiva que busca aquí y allá, trabaja con sus manos, se asesora e invierte… en últimas, la mujer que se levanta el dinero y vela porque no falte en la unidad familiar. No se trata de una imagen convencional en la que la mujer sólo trabaja en tejidos e hilados. El texto nos habla de importaciones, de plantíos, de compra y venta de terrenos… imágenes que vienen de una cultura agraria, pero que muestran una actividad económica que trasciende los límites de una hacienda pequeña. Es la mujer economista que prevé y en esa medida le gana la partida al futuro (C. Navia).
Conclusión
Navia se acerca a Proverbios 31 mediante una sólida clave interpretativa: confronta las prácticas domésticas de las mujeres con el neoliberalismo como adversario de fondo en el ámbito económico. Una de sus conclusiones es contundente al referirse a la manera en que las mujeres latinoamericanas (creyentes o no) procesan las crisis político-económicas a las que están más acostumbradas. Sin ayudarlas ni entenderlas, aunque sufriéndolas todo el tiempo, responden a las decisiones de los grandes organismos internacionales (asumidas sin remedio por los gobiernos de sus países) con una práctica humana y económica alternativa:
De la casa a la tienda, de la tienda a la escuela, de la casa a los centros de administración barriales… la mujer despliega esa capacidad y casi mágicamente, o por lo menos más allá de la captación y organización racional de la vida, convierte la nada en algo, la carencia en posibilidad, el hambre en comida. La mujer popular sabe de renegociar las deudas más que cualquier institución estatal. Por ello no va a ser derrotada ni por la globalización, ni por el neoliberalismo.
Sugerencias de lectura
- Mercedes Lopes, “Danzando en el universo: Proverbios 8.22-31”, en Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, núm. 50, 2005, pp. 65-68, centrobiblicoquito.org/images/ribla/50.pdf.
- Carmiña Navia Velasco, “Mujer y neoliberalismo: aportes para una lectura bíblica”, en Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, núm. 37, 2000, pp. 95-105, centrobiblicoquito.org/images/ribla/37.pdf.
- Elisabeth Schüssler Fiorenza, Cristología feminista crítica. Jesús, hijo de Miriam y profeta de Sofía. Madrid, Trotta, 2000.
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septiembre 18, 2022
Proverbios 31 Commentary